viernes, 26 de octubre de 2012

Los recuerdos, David Foenkinos

Sinopsis

"Nueva novela del autor de La delicadeza, un éxito que ha vendido 50.000 ejemplares en España y 1 millón en Francia. Cuando su abuelo muere, el joven narrador se da cuenta de la cantidad de cosas que no ha compartido con él. Decide entonces aprovechar al máximo el tiempo junto a su abuela. La visita a menudo y consigue espantar su soledad y hacerla reír. Hasta que un día, como si de una adolescente se tratara, la abuela se fuga de la residencia. El narrador parte en su búsqueda y acabará uniéndose a ella en esa huida a la felicidad. Asistiremos así a un maravilloso viaje por los recuerdos de una vida, y veremos cómo estos, junto al mágico azar, iluminan el presente y el futuro de nuestro protagonista."
Casa del Libro
 
La verdad es que leyendo la sinopsis uno piensa que es una novela la mar de simplona, e incluso un tema muy recurrente, viaje de una persona joven con una mayor. Pero no, el viaje físico propiamente dicho sólo ocupa unas pocas páginas. Nada más acabarlo, me he puesto a reseñarlo, antes que me "líe" con otra historia y sólo me quede la esencia que esta la he disfrutado como me pasó con su anterior novela La delicadeza.  Y es David Foenkinos tiene un don, convertir lo cotidiano en extraordinario, porque no deja de ser al fin y al cabo una historia como tantas, que habla de amor, de guerra, de vejez, de muerte, y también de culpa. En definitiva, de ese cúmulo de sentimientos al que llamamos vida. Es una novela feliz, optimista, llena de sentido del humor. El estilo de Foenkinos es original,  frescoy  fluido como el agua de una fuente . La historia central está salpicada de microrelatos, "recuerdos" tanto de personajes célebres que de personajes secundarios del libro. Dejo algunos parrafos:
"... y luego llegó mi padre. Con un semblante desconocido para mí. Por primera vez lo veía llorar. Me resultaba tan extraño ser testigo de algo así.. Sus lágrimas eran un pez con piernas. Yo siempre he pensado que los padres no podían llorar. Al darnos la vida, se les secaban los ojos."
                                                                                                        pag. 11
"Y como siempre hay silencios en la conversación, al cabo de un rto los viejos tienen la amabilidad de reconocer que les duele algo, las muelas, las piernas, los ojos, lo que sea, tanto da, y nos ofrecen así el único papel que podemos interpretar; el de la constatación del dolor. Así que constatamos, constatamos, decimos con convicción que ya se pasará, pero en el fondo pensamos que es horrrible que te duela siempre algo. Nos decimos también que es lo que nos espera a nosotros, esa agonía, ese dolor en cada gesto"
                                                                                                      pag. 43
"¿Quizá los ancianos vayan a los entierros de los demás por miedo a que no asista nadie al tuyo? Sería como una manera inconsciente y preventiva de aliviar su angustia. Pero no. No veo cómo podría un muerto corresponder a una invitación. Si vas al entierro de alguien, ese alguien no podrá ir al tuyo. Es una relación unidireccional."
                                                                                                     pag. 53
"Los recuerdos son una especie de punto de llegada; y tal vez sean también lo único que nos pertenece de verdad. " Marcelo Mastroiani.
                                                                                                     pag. 178

2 comentarios:

  1. No he leído nada de este autor, a ver di me animo...
    Bss,
    Inma

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  2. Es curioso porque has descrito justo la idea preconcebida que tenía de este libro al verlo en la librería. Simplón.
    Te agradezco que lo hayas ampliado, es normal confundirse si se prejuzga :)
    Me lo apunto para darle una oportunidad
    Besos

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